jueves, 9 de junio de 2011

Cabos Sueltos ( Carla Cordua)


Carla Cordua.

Biografía:

Es una de las figuras más prominentes de la filosofía y del pensamiento crítico en Chile. Estudió Filosofía en la Universidad de Chile y en las universidades de Colonia y Friburgo, en Alemania, y se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido docente de larga trayectoria en diversas universidades en Chile y en el extranjero. Profesora emérita de la Universidad de Puerto Rico, donde enseñó durante décadas, junto con su marido el filósofo Roberto Torretti, ambos también fundaron a mediados de los años 60, el centro de estudios humanísticos de la Universidad de Chile. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua. Como Profesora Titular de la Universidad de Chile, dirigió su Revista de Filosofía desde el 2001 hasta el 2010. Le han sido otorgados importantes premios y distinciones, entre los que cabe destacar el Amanda Labarca, el Jorge Millas y el Altazor.
Ha escrito una veintena de libros de filosofía y literatura, entre otros: El mundo ético, 1989; Wittgenstein: reorientación de la filosofía, 1997; Ideas y ocurrencias, 2001 ( Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura); Cabos sueltos, 2003; Nativos de este mundo, 2004; Verdad y sentido en la crisis de Husserl, 2004; Incrusiones, 2007; Sloterdijk y Heidegger, 2008.


Cabos Sueltos:

Es la primera vez que publico un libro de carácter puramente personal, en el que ofrezco opiniones sin justificarlas, doy rienda suelta a sentimientos que me han asaltado ( aunque, en ciertos casos, ellos no representen mi manera habitual de sentir), expreso intuiciones que me parecen verdaderas pero sin haber examinado sus potencialidades de extravío y su ingrediente de arbitrariedad. Mis escritos anteriores giraban alrededor de temas bien delineados y estaban dedicados a exponer sus contenidos, casi siempre ya elaborados también por otras personas y dotados a menudos de una historia, aclarados por discusiones a veces multiseculares. Ésos eran textos que, en flagrante contraste con éste, habían resultado de escribir dentro de una tradición gobernada por reglas, convenciones y responsabilidades profesionales. Sin negar que todos los escritos tienen aspectos personales, creo que en este asunto hay grados y matices. El extremo está, probablemente, allí donde se terminan todos los puntos de apoyo objetivo.

Comentario:

Haciendo honores a la estructura del presente libro, debo centrar mi reflexión de una forma dispersa pero acotada, aportando dos frases y citas ancladas en mi memoria, y que sin duda, dejan de manifiesto lo interesante de la prosa de Carla Cordua, y lo complejo de sus planteamientos, no obstante, lo conciso de cada uno de sus escritos, permanece constante la más aguda reflexión en filosofía.

En " el pasado" se plasma la disyuntiva en torno a las conductas, la personalidad, el presente e incertidumbre que genera el futuro, demostrando el mosaico de realidades que conforman al ser humano, lo relativo de sus opiniones y el agobio existencial que produce búsqueda y carencia de lo absoluto. Así es sorprendente lo que uno puede llegar a realizar en un contexto de espacio y tiempo determinado,o las opiniones que se vierten frente a un conflicto, todas las cuales puede variar con el transcurso de los años, a tal punto, que mirando el pasado nos demos cuenta que la personalidad carece de toda homogeneidad y aterrados debamos sentir la complejidad de los "otros" u "otras" insertas en un mismo cuerpo, dice C. Cordua " Soy a la vez unitaria y dispersa, sabida y desconocida, estoy necesitada de una identidad que no tengo".

En " Los Consejos del Talmud" encontré una lectura viva, impulsada por un refrescante aire de alegría y sentimientos encontrados, en estas páginas Kafka forma el personaje principal, con referencia a su personalidad y faceta de hombre, en donde Cordua, nos muestra con inteligencia la realidad de los eruditos en la sociedad, he aquí la transcripción de un espacio del texto.
"En el Talmud Kafka había leído que " un hombre sin mujer no es humano". Confiesa, a propósito de la soltería que lo abruma y su familia le reprocha, que no tiene más salida que casarse. Pero está preocupado por lo que estima será su " triste futuro próximo; entrar en él me parece que no vale la pena...¿ Cómo podré soportar el futuro con este cuerpo sacado del desván de los cachivaches ?". Estas anotaciones y las que siguen pertenecen todas al año 1911; Kafka tiene 28 años. Está desesperado pero no desprovisto de humor. Anota: " dice el Talmud: Cuando un erudito sale en busca de una novia debe hacerse acompañar de un Amhorez ( un hombre inculto) debido a que él, demasiado sumido en su erudición, no se daría cuenta de lo necesario".

Cada lector podrá refrescar la mente y la sonrisa como estime necesario, ojalá compartamos al término de la lectura el mismo pensamiento, o quizás mejor terminemos con opiniones diferentes.

Para concluir este comentario, primero los invito a sumergirse en la prosa de esta gran profesora de la Universidad de Chile, es un libro tranquilo, impactante y soñador. Necesario en estos tiempo por la pluralidad y claridad en los temas. En su prólogo es la justificación misma para su lectura " Cabos Sueltos contiene una selección reciente de los trozos antes descritos que he mezclado con unas pocas observaciones anotadas ahora último. Incluí algunas críticas de los tiempos actuales, del país, de personas vivas, de ideas de incesante e injustificada circulación...".


Por la necesidad de que Chile cuente con mayores ideas y más reflexión, y por recordar siempre la voz de esta maravillosa profesora, no puedo menos que recomendar su lectura.

Isabella Bravo Pérez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario